viernes, 25 de abril de 2014

El amor después del amor

Las personas hablan de "hacer el amor", "coito", "sexo", "cachar", "tirar","coger" y muchos otros términos más que van apareciendo con el lenguaje coloquial vulgar.
Mayormente somos los hombres considerados animales sexuales q piensan con los testiculos y sienten con el falo, y por parte es cierto tenemos esa desenfrenada atraccion por lo carnal. Comenzamos viendo pornografía - la cual admito haberla visto-  y terminamos haciéndonos "Harakiri" personal y ocultamente.
Pero "hacer el amor" no es solo bajarte el calsoncillo, bajarle el calzón y penetrar hasta llegar al punto máximo sino es más que eso. Una vez un primo mio me contaba todas las mujeres con las que se había acostado y me mencionaba las fantasía sexuales que hacían hasta embarrarse de crema chantilly y actos-que a mi parecer son asquerosos- que hacen en pleno éxtasis.
-El sexo es cochino primo, no es limpio ni blanco-me decía. Pero ¿Cómo un acto queda vida puede ser 
libertinaje total que da pie a demonios lujuriosos y sucios como al extremo de saborear el orificio final de la comida?
El arte de hacer el amor no es ese, sino es mucho más, es ese deseo de dos amantes que al mirarse, él  la hecha en la cama, la mira fijamente mientras su pulgar pasa por sus nariz, acaricia su labio recorre su busto y llega a la espalda desabrochando el sostén, ella lo mira fijamente, siente que lo ama y sede al deseo del amor. Los dos están desnudos y rozan sus pieles, él la besa con dulzura mientras la penetración se da suavemente, ella siente un cosquilleo que pasa por todo su cuerpo que da pie al viaje de las hormonas y la adrenalina  al infinito,  el rose del calor de sus cuerpos enciende la pasión y el miedo de ser observados por un dios no les interesa. Él besa sus senos con dulzura y desesperación, ella lo mira mordiéndose el labio y se aprieta el seno, ellos se aman demasiado, demasiado. Nada les interesa ahora solo sentir un climax  inimaginario y cuando sus deseos suben al umbral máximo de exitación los dos llegan al intercambio fluvial de secreción y dan paso a una forma física de su amor. Un bebé.
Ella con las pocas fuerzas que le quedan cae rendida sobre su pecho, él agotado saca de donde sea fuerzas para levantar sus brazos pasarlos a través del cuerpo de ella y abrazarla; Los dos cierran los ojos y duermen plasidamente tranquilos y en paz. Sin pensar que ya mañana sera Lunes y de nuevo todo el ajetreo, estrés comenzara y no pensaran nada más que llegue el fin de semana para llegar a su altar de pasión y dar rienda suelta a sus deseos carnales.

Barranco, 25 de abril del 2014.